viernes, 14 de septiembre de 2012

¿Llantas convencionales o radiales?




Las llantas tienen contacto directo del vehículo con el suelo, soportan la carga y ejercen la tracción cuando se engrana una marcha, por lo que es necesario que estén en buenas condiciones.

Existen dos tipos de llantas: radiales y convencionales. Estas últimas son llantas ideadas para el trabajo en el campo, donde el vehículo se mueve permanentemente en calles de tierra.

Este tipo de neumáticos están fabricados de nailon y hule, son más duros que los radiales, lo que reduce el agarre, estabilidad y confort cuando se maneja en pavimento, pero al momento de salir de fino asfalto son las indicadas.
En cuanto a las radiales, se pueden elegir entre las deportivas o las todoterreno; estas últimas, como su nombre lo indica, permiten una conducción en pavimento o fuera de este sin inconvenientes.

Las deportivas ofrecen mayor confort durante los viajes largos y son más utilizadas en vehículos turismo. Una de las ventajas de las llantas radiales sobre la convencionales es su durabilidad. Una llanta radial puede durar tres veces más que una convencional, este tipo de neumáticos son los más indicados para manejar bajo la lluvia o en carreteras mojadas.

Al estar fabricadas de acero y nailon ofrecen mayor resistencia, absorben las irregularidades de las carreteras para un mayor confort durante el manejo, y la estructura del rodaje aparta el agua que se estanca en el pavimento para dar mayor agarre al frenar y estabilidad al cortar curvas.

Otra de las ventajas de las llantas radiales es que carecen de neumático; al sufrir una pinchadura, mientras no se remueva el clavo, esta no perderá el aire, lo que le permite llegar a una llantera para repararla. Caso contrario con las convencionales que utilizan un neumático, estas al ser traspasadas por un objeto punzante inmediatamente pierden el aire.

En medio de los canales del rodaje de cada llanta se encuentra un pequeño borde de hule, que indica que al desgastarse la rodadura hasta este punto la llanta debe cambiarse por una nueva. Recuerda que una llanta desgastada no solo representa un peligro en la estabilidad del vehículo, sino que genera contratiempos porque se pincha fácilmente y al caer en un bache lo más seguro es que estalle.

En temporada de lluvia estos peligros aumentan, ya que la textura del hule de un neumáticos se vuelve más blanda.

Al igual que los medicamentos y las comidas, las llantas tienen un período de vencimiento. Después de su fabricación lo ideal es que se utilicen en los siguientes cinco años, una llanta demasiado vieja tiende a agrietarse, lo que representa un peligro.

Consejos de los expertos que le permiten aumentar la vida útil de los neumáticos:

1. Un inflado adecuado. Recomendamos calibrar la presión de aire cada 15 días o cada vez que se vaya a salir de viaje. La medición se debe hacer con las llantas en frío ya que el calor incrementa tres libras la presión, lo que da una medición incorrecta.

En la cara de la llanta se indica la cantidad de libras de aire que se deben aplicar a cada neumático. Recuerda que un inflado por debajo provoca un desgaste de las orillas de la rodadura y una presión mayor provoca un desgaste en el centro de la banda de rodaje de la llanta. Ambas incrementan el consumo de combustible.

2. Rotación y balanceo de llantas. Este mantenimiento se debe hacer cada 5,000 kilómetros; además es conveniente que, revises la dirección del vehículo.

3. Evita los acelerones o las frenadas bruscas cuando vayas en marcha. Esto incrementa el consumo de combustible y el desgaste de los neumáticos.

4. Al estacionarte, evite pegarte demasiado a las aceras, esto causa daños en la cara de la llanta.

5. Cuidado con los baches. Al caer en estos a altas velocidades se provocan deformaciones en los neumáticos y en algunas ocasiones se pueden estallar causando daños a los rines.

6. Garantía. Utiliza llantas de marcas reconocidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario