Enfrentarse
a un gran número de maletas y bultos es la pesadilla de muchos conductores, que
se las ingenian para que todos entren en el coche, pero no siempre de la manera
correcta. A continuación te dejamos
damos algunos consejos que combinan
información sobre cómo cargar nuestro coche y cómo preparar los neumáticos para
afrontar esta situación tan común sobretodo en época de vacaciones.
Lo primero que quieres tener a la mano cuando llegas a tu destino, es
lo último que debes cargar en la cajuela.
Carga lo más pesado en el suelo la cajuela y lo más al fondo posible.
Esto asegura una mejor distribución del peso y que el centro de gravedad esté lo más bajo posible, lo que da más estabilidad al coche.
Planifica tu carga y ajusta la presión de los neumáticos con respecto a
ella. Basta con consultar la etiqueta del fabricante del coche (situada en la
puerta o en el depósito) que nos indica la presión adecuada según el número de
ocupantes y nivel de carga que llevamos.
Ajusta la presión de los neumáticos en frío. El calor incrementa la presión
de aire en el neumático, por lo que debes rodar lo menos posible antes de
comprobarla.
Asegúrate de que puedes ver por el cristal trasero. No cargues cosas
por encima de la línea de los asientos.
Evita utilizar el interior del coche para almacenar equipaje. Ante un
frenado inesperado, cualquier objeto suelto, por ligero que parezca, multiplica
su peso y puede herir a los ocupantes.
Ten un plan en caso de que se te ponche una llanta. Comprueba la
situación y estado de la rueda de refacción, antes de comenzar a guardar las
maletas.
Ajusta tu estilo de conducción. Conducir con un vehículo cargado afecta
directamente a tu manejo y hay que acostumbrarse a ello. Un coche cargado tarda
más tiempo en frenarse, por lo que debes aumentar la distancia de seguridad.